El canciller de la República, Yván Gil, llevó la voz de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este miércoles, para denunciar el impacto devastador de las sanciones impuestas contra el país, calificándolas como «medidas coercitivas unilaterales» que violan los derechos humanos de la población venezolana.
Gil argumentó que la mayoría de las naciones integrantes del Consejo de Derechos Humanos reconocen el efecto perjudicial de estas sanciones, señalando que Venezuela se encuentra entre los países más castigados por estas medidas. El canciller atribuyó la promoción de estas sanciones a sectores de la oposición venezolana, a quienes describió como «desquiciados y desquiciadas de la ultraderecha», acusándolos de buscar castigar a todo un país debido a su fracaso político.
«En Venezuela, el rechazo a las sanciones y a sus promotores internos y externos es unánime», afirmó Gil, destacando los esfuerzos del gobierno venezolano para establecer «una ruta de prosperidad y crecimiento económico» que permita superar las consecuencias de estas medidas coercitivas.
El canciller enfatizó que las sanciones constituyen un crimen contra la población venezolana y exigió su abolición inmediata e incondicional.
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