La difteria vuelve a sonar las alarmas en el país, una enfermedad que se pensaba que había sido controlada recientemente, pero, al contrario, ha vuelto a reaparecer tras la alerta epidemiológica emitida por el Ministerio de Salud. Según el especialista en medicina tropical, Rafael Orihuela, las personas en etapa de malnutrición son una de las más vulnerable para contraer esta dolencia, ya que son especialmente susceptible a padecer infecciones severas.
“Por los momentos, se tiene un registro de tres casos, así que es prematuro proyectar números de enfermos por regiones. Sin embargo, este rebrote apenas comienza y su tamaño puede ser igual o superior al del 2016-2020”, enfatizó, puesto que considera que el país se encuentra socialmente peor a diferencia de hace 3 años, dado que las coberturas para las vacunas continua bajo una problemática sin solución inmediata.
2016, el año que reapareció la infección
Esta enfermedad se mantuvo inactiva por medio de los programas de vacunación junto a otras infectocontagiosas en Venezuela. Apenas fue hasta 2016 cuando se rompió el silencio epidemiológico con un caso registrado en la zona minera del sur, específicamente en el municipio Sifontes.
Cuando este primer caso surgió, se pudo constatar que la cobertura de protección contra la enfermedad estaba por debajo de un 50% en el Estado Bolívar, es decir, no se aplicaba la vacunación correspondiente. Así que para el 2019 se habían registrado más de 3 mil enfermos y 297 muertes, a consecuencia que la difteria se extendió a las 23 entidades federales y el Distrito Capital.
Los grupos más atacados fueron niños y adolescentes en edades comprendidas desde los 4 a 19 años. Aclaró que no existe una cifra exacta de casos ante el gran brote ocurrido durante el 2016 y parte del 2020, pero “presumo que, por las 297 muertes reconocidas, debió haber en todo el territorio más de 6.000 casos”.
¿Qué es la difteria?
La difteria es una enfermedad infecciosa controlable por vacunas, la cual entra en los programas de prevención sanitaria de todos los países agrupados a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El especialista en medicina tropical, resaltó que el cuadro clínico de la enfermedad se concentra en áreas específicas de la cabeza, cuello, boca, nariz, nasofaringe, amígdalas, mucosa bucal e incluso eventualmente provoca daño al corazón y pulmones; por lo que es altamente contagiosa y necesita ser tratada con antibióticos o suero antidiftérico.
Invitan a vacunarse
“La vacunación es la gran medida para prevenir la difteria”, sentenció, sin ello no habría una barrera que impida que las personas se contagien. Si la tasa de mortalidad alcanza el 10% o es más elevada, pues significa un grave problema de salud pública.
De hecho, las personas con malnutrición deben estar alerta, la razón es que su aparato inmunológico, el cual los defiende del virus, bacterias y otros parásitos se encuentra debilitado, por lo que tiende a ser una infección más severa que debe ser tratado. “Hay más desnutrición y malnutrición presente ante la grave crisis que afecta a todo el sector salud”, dijo.
De acuerdo a Orihuela, las cifras de vacunaciones por debajo del 90% son muy deficientes y peligrosas. “Resulta inconcebible que ese procedimiento tan sencillo tenga tantas fallas en Venezuela, al extremo que reaparecen muchas enfermedades que se consideraban erradicadas”, concluyó al respecto tras la negligencia de las autoridades en buscar soluciones que hagan frente al problema.
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